CON LAS COSAS DE COMER NO SE JUEGA Me sorprende el tratamiento de estas dos noticias que me llegan al mismo tiempo: Unas monjitas, que durante diez años, están especulando con los alimentos de los más necesitados, y cuando las pillan, sin que se les muevan las "tocas" dicen que perdón y ya está ¿cómo que perdón? Que las perdonen sus confesores, si es que no han suprimido el cuarto mandamiento.Y que no quieren dar la cara a cámara.!que discretas! No hermanitas,no, lo que tienen que hacer es restituir lo sustraído al Banco de Alimentos. O montar un comedor social durante 10 años.Que el pecado fue de Obra no de Pensamiento. Por otro lado, unos sindicalistas se llevan unos cuantos carros de cómida básica en Mercadona,cuyo propietario aconseja que trabajemos como chinos, para que él siga enriqueciéndose (sin que por ello, al día siguiente,se vaciaran su tiendas de clientes,-pero eso es otro cantar-.)y la reparten entre los más desfavorecidos,enfrentándose con ello a penas de cárcel, si por fin se desentraña el significado del vocablo robar. Menos mal que las hermanitas son Del buen Consejo y no de los Pobres. Con las cosas de comer no se juega, quizás eso solo lo entiendan, quienes tienen en el oído ese abrir y cerrar del frigorífico por sus hijos, para encontrarse con él vacío mientras ellos se topan con el Vacío.

Precariedad

Aquí estoy de nuevo : porque mi facebook me chiva que mi blog me echa de menos, como si las distintas partes de mi personalidad estuvieran cuchicheando, mi falta de atención hacia unas u otras, hasta tal punto que ya no sé quien soy yo. Tendré que buscarme en facebook,para ver si me gusto, me comento,o me pongo a pensar.O me comparto.

En realidad lo que ocurre es que ando "precareando", aunque ni sé si conjugación tiene lo precario, es decir que estoy viviendo mi segunda juventud; no sabeis como rejuveneze pillar curros que únicamente habías hecho con diecinueve años, por ejemplo. Pues sí, esta vez me he decantado por lo que más me gusta: la investigación!Que interesante!, dirán. Haciendo encuestas, ya digo,también por el mes de diciembre del final de los 70, con el 600 y dos compañeros de clase, por el norte de España, sobre el Referendum,sí ó no, peliagudo que contestaran los encuestados a una pregunta tan sencilla, y menos que lo reconocieran después, si pasaba un inspector de Metra Seis. Esa era entonces la única empresa de estudios de mercado que había en Madrid. O al menos la más conocida.

El día trece, encuestas urgentes en el Padúl, el día más frío de todo el invierno, hasta ahora, con el aire de la sierra cortándote la cara, alisando alguna arruga. El estudio lo encarga el Ministerio de Trabajo, con el fin de informarse sobre las condiciones laborales de los trabajadores en las empresas.Es obligatorio responder, y hay que hacerlo fuera del trabajo, o sea a la hora de comer, de la siesta ó de la cena.En cualquier caso,tú eres la que vas a dar por culo al trabajador, justo en sus horas de relajo.A ver que sonrisa cambia eso.

Cabe preguntarse, si son obligatorias, porque el Ministerio de trabajo no los eXonera un par de horas, para que puedan contestar tranquilamente, y al encuestador le resultará menos violento su trabajo, que además tiene que hacer a contrareloj, porque estamos a fin de año y hay que cerrar el Ejercicio.Aunque del todo no se cierra, ya que el encuestador no cobrará estas encuestas de los fríos días de Diciembre hasta pasado un mes y medio. Pero claro, hasta que punto una encuestadora, puede cuestionar las condiciones laborales de las empresas que contrata el Ministerio de Trabajo, si no le dan un cuestionario?